Creo que te quiero. Y no quiero hacerlo. Los sentimientos duelen y siento mucho. Además estoy dejando que pase, podría elegir no quererte pero...es inevitable. Creeme, lo intenté. Es como arenas movedizas, contra más intento alejarme más atrapada me quedo. De las arenas no puedo escapar, es verdad, pero en realidad fui yo la que me metí primero. Es mi culpa. ¿Sabes? Hay veces que aún me miento diciendo que no es verdad pero ¿de que sirve mentirme? Joder, ya no se puede hacer nada. El proceso siempre es el mismo, te enamoras, te chocas con la realidad y dejas de estarlo. Fin. No hay más. Unas lágrimas, unas noches mal y quizá algún enfado de por medio pero nada más. Sé que pasará eso. Hay momentos en los que a mi estúpida mente se le ocurre la posibilidad del "¿,y si...?" y si nada. No pasará. No sé porque me autoilusiono, aunque en verdad, en esos momentos en mi mente, donde no hay ningún impedimento, donde todo es como yo quiero, en esos momentos soy feliz. Feliz de verdad, no ese feliz que se acaba cuando estás solo. Ese feliz de irte a dormir con una sonrisa en la cara y despertar del mismo modo. Esto es malo para mi, pero sinceramente ahora no me importa. Ya me llevare la hostia luego, ya me arrepentire luego, ahora estoy tranquila así.
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