viernes, 5 de julio de 2013

No es el destino, pero hemos parado.

El día que empezamos este viaje no llevabamos idea de a donde nos llevaría, cogimos carretera y simplemente dejamos que las cosas sucedieran a su tiempo. Como todo camino ha tenido sus bajones y sus buenos momentos. Malas épocas que han hecho que las buenas parezcan mejores. Ahora miro atrás y la verdad que en cierto modo doy gracias por ellas. De todo se puede sacar algo bueno. Y del mismo modo en todo camino hay que hacer parada.  Tú y yo hemos parado. Quien recuerda o quien sabe por qué. ¿Contemplar el paisaje? Quizá. Nos hemos bajado del coche, hemos salido y aquí estamos. Mirando a la nada intentando entender todo. Deseando que las estrellas nos digan lo que las palabras no quieren expresar. Pero por más que deseemos las estrellas permanecen mudas. Por más que las miremos no nos dirán jamás nada. ¿Por qué en lugar de mirar esos cuerpos astrales no nos miramos? Buena pregunta sin duda. Pero la pregunta más interesante es ¿Por qué no seguimos adelante? Mirando y mirando se nos pasaron las horas, los dias, los meses y se siente como si jamás nos movamos otra vez. La duda es ¿acaso queremos? Se está bien aquí. Quizá el destino sea increíblemente mejor pero quizá la carretera se corte a mitad y debamos regresar o dividir caminos. Por miedo a lo que haya delante nos quedamos aquí. Pero y si la cosa es que tú no quieres conducir más ¿qué? ¿Y si el coche no está hecho para avanzar más? ¿Y si no le queda gasolina? Quizá debamos permanecer aquí. Al menos hemos llegado a un punto.

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